CADA DÍA ES ESPECIAL, CADA DÍA ES UN REGALO INMENSO, CADA DÍA ES DIGNO DE COMPARTIR.

viernes, 30 de diciembre de 2011

DEDICADO A MI BUENA AMIGA Mª JOSÉ (la de mates)


UNA BODA EN EL INSITITUO
Campanas de boda suenan,
Suenan por todos lados,
Hagamos todos gran fiesta:
Mª José y Jordi se han casado

La novia elegante y “sin nervios”
Prepara el traje adecuado.
En nuestro instituto vimos
Los cambios que ha realizado.

Cada mañana a las ocho
Llenaba la sala de luz;
Radiante estaba ya ella
Esperando su príncipe azul.

Un día se ve más cansada,
Al otro ya va relajada.
Las horas transcurren deprisa
Y no puede faltar nada.

Los niños por los pasillos
Apuestan a emparejarla
¿Quién será la que se casa?
¿Qué maestra está enamorada?


Últimamente rezabas
Para que el sol  no se nuble.
Quédate tranquila, mi niña,
Que entre todos soplaremos
Para espantar a las nubes.

Tu sonrisa cada día
Se muestra esplendorosa en tu cara
¡qué novia más guapa tenemos!
Yo también quiero estudiar matemáticas.

Y con esto de los números
Diré que las cuentas fallan,
Que si uno más uno son dos,
Aquí hay algo que no cuadra,
Ya que a mí me salen tres.
No puedo olvidar a Claudia.

Terminando este romance,
Empieza otro más bello.
El romance de vuestro amor,
Más dichoso no puede haberlo.

Disfrutad todos los días
De vuestras caricias y besos.
No os perdáis con tonterías
Y pensad sólo en quereros.

UNA TARDE ENTRE POEMAS Y BUENAS AMIGAS



GRACIAS A LAS DOS POR PONERLE VOZ A MIS PALABRAS. OS QUIERO

Déjame, amor, que me haga
Una casita en tus labios
Para asomarme a tu aliento
De jazmines y de nardos.

Déjame ser firme yedra
Para trepar por tus brazos
Y poder notar tu fuerza
Cuando tú me estés amando.

Y en lo profundo del alma,
Déjame amarte, mi amado,
Para palpar con mis ojos
Tu corazón incendiado.


                  Consolación Suárez Muñoz
 
Tus manos tocaban la sinfonía de mi cuerpo,
tus ojos leían la partitura de mi corazón,
tus labios rozaban los acordes de mi alma
y envueltos en tan sentida música
subimos a ese cielo de amor.
No hicieron falta escaleras ni rampas,
en esta orquesta no hay director,
ni violines, ni arpas,
solos tú y yo.
Y allá en el cielo, un deseo pedimos,
que en ese momento no ande el reloj;
que la Tierra no gire,
que la  Luna eche el ancla,
que el Sol no madrugue,
pues tus manos siguen tocando mi alma
y tus ojos aún abrazan mi corazón.

                             Consolación Suárez Muñoz

viernes, 14 de octubre de 2011

MIRADAS DE UNA ROMERÍA






Foto realizada por mi padre Manuel Suárez


Llevaba tiempo preparándose y por fin llegó el momento. Las miradas estaban puestas en él, lo que le hacía sentirse a ratos incómodo, a ratos orgulloso. Desde muy temprano el cielo de su pueblo llamaba a despertarse, ganándole la carrera al sol y él, que apenas pudo cerrar los ojos para relajar la mirada, ya se había ataviado para la ocasión. Poco a poco y con paso lento se dirigió hacia la carreta. ¡Qué engalanada! Papeles de colores perfumados, flores de papel coloreadas, carretas que se visten de flamenca para acompañar a nuestra Virgen del alma.
El camino inicia su viaje, su peregrinar hacia la Ermita. Todo es alegría, todo es color mezclado con aromas variopintos a nardos, a cohetes, al algodón de azúcar de ese niño que inquietante espera la llegada de su virgen. Y que no falte la guitarra, las voces acompasadas y las palmas que, incansables, siguen el ritmo de rumbas y sevillanas.
Pero él, sin voz para cantar, sin manos para tocar, sigue el camino lento, tranquilo, callado y obediente y piensa: “Mi Virgen de Valme irá otro año más a Cuarto”.

                                                                                               Consolación Suárez Muñoz