CADA DÍA ES ESPECIAL, CADA DÍA ES UN REGALO INMENSO, CADA DÍA ES DIGNO DE COMPARTIR.

viernes, 14 de octubre de 2011

MIRADAS DE UNA ROMERÍA






Foto realizada por mi padre Manuel Suárez


Llevaba tiempo preparándose y por fin llegó el momento. Las miradas estaban puestas en él, lo que le hacía sentirse a ratos incómodo, a ratos orgulloso. Desde muy temprano el cielo de su pueblo llamaba a despertarse, ganándole la carrera al sol y él, que apenas pudo cerrar los ojos para relajar la mirada, ya se había ataviado para la ocasión. Poco a poco y con paso lento se dirigió hacia la carreta. ¡Qué engalanada! Papeles de colores perfumados, flores de papel coloreadas, carretas que se visten de flamenca para acompañar a nuestra Virgen del alma.
El camino inicia su viaje, su peregrinar hacia la Ermita. Todo es alegría, todo es color mezclado con aromas variopintos a nardos, a cohetes, al algodón de azúcar de ese niño que inquietante espera la llegada de su virgen. Y que no falte la guitarra, las voces acompasadas y las palmas que, incansables, siguen el ritmo de rumbas y sevillanas.
Pero él, sin voz para cantar, sin manos para tocar, sigue el camino lento, tranquilo, callado y obediente y piensa: “Mi Virgen de Valme irá otro año más a Cuarto”.

                                                                                               Consolación Suárez Muñoz