Profunda herida de corazón
sangrante,
ya no cicatrizas más.
Cauterizante
sal de mis ojos, desazón
por volver a amar.
Y en el abismo absoluto
de un negro y rojo
Y en el ahogo del verbo
callado y quieto
Apareces tú, verde y azul
de praderas y fresco cielo
para inundarme.
Consolación Suarez
13-3-18